Hace tres días estuve recordando por los pasillos de mi facultad, meditando aquellos años divertidos de periodismo, estudios, cafetería, mus y compañeros de camino.
Percibí el olor de la Facultad y recibí todas las alegrías que durante 5 años de mi vida disfruté allí. Trabajos y exámenes, grabaciones, compartires, equipo de basket, partidos de fútbol, compañeros y maestros, amigos y trabajo en paralelo. Esos años de estudios fueron un gran aprendizaje, mientras viajaba por toda España con un equipo de promoción como azafata. Miro atrás y veo los privilegios de haber tenido la suerte de estudiar una carrera, haber podido a la vez trabajar por gusto y disponer de dinero para disfrutar y viajar.
El agradecimiento estaba presente. Pero el motivo de estar en Ciencias de la Información (o de la Comunicación como nos gusta a muchos llamarlo), era una conferencia sobre Amor y Compasión que impartía Ratna Vajra, un Lama budista que está de gira por España compartiendo su sabiduría. El día anterior estuve en Políticas en un workshop con otro monje budista, que me acercó con sus meditaciones a ese estado que tanto me gusta experimentar. Dos días de escucha consciente, formándome, informándome y reciclando el aprendizaje que tanto me trae el Mindfulness y la Meditación.
La sorpresa de la tarde no fue la charla de Ratna Vajra. La sorpresa fue descubrir a uno de los grandes de mi facultad, de forma directa y profunda. El Profesor Fajardo abrió el acto con una presentación de 10 minutos que dejó a toda la audiencia entusiasmada. Al minuto de escucharle, las lágrimas de Unión, Comprensión y Alegría corrían por mi rostro. Este hombre de 80 años, con más de 60 años recorridos en la facultad y una sabiduría en su Ser que puedes oler de lejos, hizo una excelente manifestación cultural e histórica con una visión particular. En sus palabras se sentía la sabiduría de los años, el caminar de sus acciones y la profundidad de su alma. Fajardo, con un arte gallego particular, levantó a la audiencia en un gran aplauso. Frases como «la puerta siempre está abierta», «el presente es ahora», «la asignatura pendiente de escuelas y universidades españolas, el estudio de las religiones y lo que supuso el diálogo de Krishna con Arjuna», y su gran cierre: «no temamos a los bárbaros. Los bárbaros ya están aquí y somos nosotros», hicieron que el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias de la Información, vibrara por unos minutos. No puedo transmitir todo lo que dejó en un discurso de 10 minutos que rozó alma a alma aquella audiencia expectante, hilando cultura con educación, experiencia con alegría, sentido del humor y mucha, mucha pasión.
Después de su intervención, escuché con atención a Ratna Vajra cuando hablaba de Amor y Compasión, y he de decir que, a pesar de que sus palabras estaban cargadas de sabiduría, fue Fajardo el Gran Maestro que tocó mi alma esa tarde.
Después de la conferencia, sin dudarlo ni un minuto, salimos a saludar al Profesor, con la buena fortuna de que fue el quién se acercó a saludarme. Impresionante actitud, con una humildad enorme transmitiendo su fuerza y carisma. Muchos más se acercaron y yo me quedé embobada escuchando sus saberes y sobre todo, sintiendo su vibración en mi corazón. Recorrí en ese rato las profundidades de su alma, sus vivencias más destacadas y el reconocimiento de un gran Avatar delante de mis ojos. Poco a poco, la gente se fue yendo hasta que tan sólo quedamos mi marido y yo. El continuaba deleitándonos con su ejemplo, hablándonos de su vida, sus hijos y sus nietos, y alternando con experiencias profundas que hacían que todo mi Ser vibrara.
Comparto frases que me llegaron. «Si quieres comunicar, hazlo, haz esto, habla con la gente, diles lo que te pasa». O esta otra… «¿sabéis qué es lo primero que le digo a mis nietos? Cuando te caigas, ¿sabes quién te va a ayudar a levantarte? El suelo». Le dije en varias ocasiones que no queríamos robarle tiempo y nos decía que si su compañero de escuela D. Juan Carlos estuviera allí, le atendería, cómo no iba a atendernos a nosotros. Otra frase sencilla y profunda «todo se está dando ahora mismo». Nos hablaba de Jesús y frases que les decía a los discípulos, de Krishna y Arjuna, de cómo se creó la facultad, de la política de aquellos tiempos, de penurias y alegrías. Nos enseñó el mala con el que medita diariamente y lleva colgado de su cuello… Nos habló de su mujer, más de 50 años con ella y todo el agradecimiento que sale de su corazón hacia ella. Un hombre que habla y cuenta y que llega porque ves la autenticidad en sus palabras, la coherencia en sus actos y el ejemplo en su presencia. Fue tanto lo que viví en esa media hora, que aún estoy procesando en mi interno todo lo que nos dio en sólo un ratito.
Y es por ello que he sentido que este enorme Ser se merecía un post hablando de esta experiencia. El Profesor es una de estas personas que si eres su alumno quiere hablar contigo personalmente al menos 15 minutos para como él dice saber «a qué dedicas el tiempo libre». Un hombre que sabe la vida de los bedeles de la facultad, porque habla con ellos y se preocupa por sus dolores y alegrías y al que todo el mundo adora. Un Profesor que tras sus clases, seguía hablando en los pasillos a petición de sus alumnos. Alguien que ha construido una ONG de ayuda humanitaria y que está comprometido con la Humanidad. Un hombre que, con su presencia, muestra la mayor de las humildades que haya visto en alguien.
Fajardo es un ejemplo de Meditación constante, de Mindfulness y Atención Plena, de perseverancia y fuerza.
Gracias, gracias, gracias, profesor. Gracias por ser parte de mi inspiración diaria y haber dejado en mi corazón una huella imborrable.
Hoy una ex alumna de la Facultad, rinde un homenaje a alguien que ya en vida ha dejado huella y que es un ejemplo de Humildad, Sabiduría y Conciencia.
Y para todos aquellos que queráis saber más sobre este bendito hombre, comparto su web, donde como él dice podemos descargar numerosos escritos y sabiduría y compartirla donde sintamos. Porque la sabiduría es para compartirla y su generosidad es inmensa. En esta web hay unas joyas que van más allá de lo que puedas encontrar habitualmente en internet. Joyas profundas de sabiduría y ejemplo.
Gracias a la vida, gracias a tu ejemplo, gracias a tu vida, gracias a tu compartir y sobre todo, gracias a este encuentro mágico que ha marcado mi alma. Bendiciones.
Ama y Disfruta!
Tuty
