Desde hace 9 años, cuando me quedé embarazada de mis dos soles, comencé a mirar hacia dentro en un profundo viaje de reconocimiento. Esa mirada intensa hacia mi interior me llevó a entender la energía femenina como un espacio de vacío, reencuentro, creación divina, manifestación sutil y pureza. Ellos trajeron con su presencia una ineludible reconexión que no pude obviar. A pesar de que siempre había sido una mujer muy sensible y perceptiva, con capacidad de ver «más allá» de lo visible, fue el proceso de embarazo el que me reconectó con mi esencia femenina. El nacimiento de Martín y Daniel se convirtió en un renacimiento de Tuty como mujer y como madre. Cuando parimos, ya no somos las mismas. Las madres que estéis leyendo este post sabéis de lo que os hablo ¿verdad? Es esa sensación de haber dejado atrás una parte de tí para reconectarte con otra nueva y diferente. La maternidad fue mi punto de reconexión con mi femenino y gracias a ella a los dos años de nacer mis hijos, nació Khardaia, un proyecto de acompañamiento a mujeres y a la maternidad. Cada paso, cada taller, curso, formación y acompañamiento, me han traído la reconexión interna con ese femenino que estaba oculto en mí. Antes de nacer mis hijos, era una azafata de vuelo con cargo en una compañía aérea de prestigio en España. Formaba instructores y tripulantes, daba cursos de CRM (Crew Resource Management) a pilotos y tcp´s (tripulantes de cabina de pasajeros). Estudié periodismo como carrera y decidí continuar con mis estudios comenzando la carrera de Maestra (magisterio de lengua extranjera-inglés). En paralelo me formé como maestra de Hatha Yoga y realicé múltiples cursos de formación, masters y todo lo que llegaba a mi camino. Recuerdo comentarios de mis familiares y amigos diciéndome si en algún momento iba a parar de estudiar o hacer cursos. Yo siempre contestaba que mi sed y curiosidad de aprender es algo que llevo muy dentro. En estos momentos de mi vida el aprendizaje viene desde otro lugar, más esa energía de aprendizaje sigue siempre presente. Todo ese tesón que puse en esos años fue clave para poder percibir después mi desequilibrio con mi femenino. Vengo de una familia de cuatro hermanos, de los cuales la única chica soy yo. Hasta que tuve a mis hijos, siempre me movía mejor en un entorno masculino, mis amigos, compañeros y personas afines solían ser hombres. El momento de la gestación transformó mi percepción y fue entonces cuando comencé a adentrarme en el mundo femenino, a compartir con mujeres, realizar formaciones sobre maternidad y comencé a entender la esencia de la mujer. Gracias a Khardaia compartí con cientos de mujeres en Círculo Sagrado, mujeres con las que he crecido de la mano, sirviéndome de espejo y nutrición, de aprendizaje y avance profundo. Mirándome internamente descubrí el gran desequilibrio de mis energías. En un porcentaje elevado, mi masculino poderoso ocupaba gran parte de mi vida y apenas dejaba espacio de manifestación al femenino. La maternidad me permitió pararme a observar y cambiar el proceso. Entonces me fui al otro lado de la balanza y durante años me mantuve en la otra parte. Después de sentir una profunda sanación de mi energía femenina, ahora me percibo en un punto de mi vida equilibrado e infinito con mis dos energias creadoras. Este último parto que he tenido hace apenas 3 días, el proyecto que lleva mi nombre, ha sido un viaje de profundización y poderosa manifestación femenina. Shakti se ha mostrado desde lo sutil, desde el otro lado del abismo para dar forma a la manifestación de mi esencia. Es ahora cuando el masculino aparece en forma de imágen y texto, después de muchos meses de creación femenina, de cueva y recogimiento, de bajada de información y colocación interna. Y como no podía ser de otra forma, nace en estos momentos el Ciclo Femenino, un espacio de manifestación de todo este proceso femenino. La coherencia es una de las premisas de mi renacimiento, y al pedir al Universo esta creación coherente, yo misma he tenido que colocar todos los hilos en mi vida para poder mostrar a las benditas mujeres con las que voy a compartir el Ciclo Femenino, esa esencia de pureza y creatividad. El Ciclo Femenino nace desde mis entrañas, en un profundo sentir de manifestación de la diosa. Es mi deseo acompañar y mostrar a otras mujeres esta forma de manifestar en la vida. Porque soy consciente que un gran porcentaje de ellas se encuentran en el lugar en el que yo estaba hace años, transitando ese viaje profundo hacia el útero-cueva, equilibrando la manifestación masculina. Esta sociedad nos ha llevado a una cultura en la que la mujer está masculinizada y el hombre no sabe donde colocarse. El poder colocarnos cada uno en la energía que nos corresponde, es una premisa para crear un equilibrio universal y comienza por nuestro propio interior. Si yo me coloco en la energía que he decidido manifestar al encarnarme en mujer, permito que el hombre que esté a mi lado se coloque en su energía masculina y desde ese lugar se crea un equilibrio. Más ese equilibrio comienza en el ajuste interno de las energías femenina y masculina. Siente en profundidad el lugar en el que te encuentras. Pregúntale a tu lado femenino y masculino cómo se sienten, donde se están habitando y a partir de ahí, genera los cambios necesarios para equilibrar tu manifestación diaria. Un mundo con mujeres y hombres integrales y equilibrados, pudiendo manifestarse desde lo que son, sin radicalismos ni extremismos, es un mundo diferente.
La noticia de lo que pasó anoche en París me ha sobrecogido. Una manifestación más del masculino distorsionado y desequilibrado, de una acción extrema del ser humano. Conecto profundamente con la compasión de mi corazón, y este tipo de actos me mueven a seguir avanzando en el camino de vuelta a casa, en la acción desde el profundo Amor que nos mueve a todos. Porque todos, absolutamente todos, hasta los terroristas que anoche mataron a cientos de personas, tenemos una estrella en nuestro corazón y es ahora momento de manifestarla.
Hago un llamado a todas aquellas mujeres que ahora mismo estáis leyendo estas letras y que buscáis un reencuentro interno de vuestra energía femenina para equilibrarla con vuestro masculino. A tí, que deseas vivir desde la mujer que eres y manifestarte con plenitud; a tí que te sientes perdida y descolocada, a tí que tras tu separación necesitas volver a recuperar tu esencia; a tí, madre que se esfuerza cada día para darle lo mejor a tus hijos; a tí que no te dedicas tiempo ni te mimas lo suficiente. A tí, querida mujer, a tí, querida manifestación de la diosa, te hablo. Es momento de abrir tu corazón y compartir con otras mujeres para nutrirte y recomponerte, equilibrarte y manifestar la realidad que quieres en tu día a día. Es momento de obtener las herramientas que llevas buscando para hacer presente la magia en tu vida. El momento es AHORA. Permítete manifestarte ese regalo que llevas tiempo deseando. Aquí tienes el CICLO FEMENINO para llevar a cabo esa manifestación de tu esencia.
A tí mujer, gracias por existir. Gracias por mostrarte. Gracias por respirar en cada momento y volver a nacer en cada respiración. Gracias por nutrirte como un árbol que se alimenta desde las raíces. Gracias por servirme de espejo.
GRACIAS, MUJER.
Si quieres saber más sobre el Ciclo Femenino, pincha aquí: www.tuty.org/#!ciclos/s4pup
